Rondaba el año 2016 cuando Nintendo anunció la llegada de Switch, su nueva consola. Al igual que para muchos otros de mi generación (si, hola millenials) el PC llevaba un buen tiempo posicionándose como plataforma óptima para el videojuego. De alguna manera, el lanzamiento de Switch despertó una vez más, en mí, ese volver a creer en las consolas como plataforma de juego (tan es así, que a día de hoy juego en todas y cada una de ellas) tras haber ignorado casi por completo la anterior y actual generación. Y es que al igual que mucha gente de mi quinta, había convertido el PC no sólo en la principal herramienta de trabajo, si no que también en la plataforma de ocio predilecta.
Poco después al anuncio de Switch, ya en los inicios de 2017, se dió a conocer un concurso por parte de Nintendo Ibérica en el que se premiaba a los veinte participantes más originales con una Nintendo Switch. Bajo el hashtag #soyswitchtuber los participantes tenían que subir un video a su canal de youtube para convencer al personal de Nintendo Ibérica de que eran los mejores candidatos a switchtuber. El concurso alentaba además a crearse un canal nuevo en el caso de no tener uno, y generó una oleada de nuevos youtubers nintenderos inesperada.
En esa oleada, estaba Torro de Ociobits. También yo, por qué no decirlo. Recuerdo encontrarme en Youtube buscando otros participantes del concurso, para ver qué se estaba cociendo en la plataforma, y fui a dar con uno de mi perfil: un treintañero friki, con un peluche de Pikachu que hacía de micrófono, un hombretón con una voz grave, sonora y algo oscura, al que le molaban los videojuegos, los sprites con colorines, y que estaba aún algo incómodo frente la cámara, pero que se veía buena persona. Unos 25 o 30 suscriptores (la mayoría parientes y amigos), con unas 50 visualizaciones en el vídeo. Me cayó bien, dejé un comentario, me suscribí y no recuerdo mucho más de como evolucionó la cosa, pero a las semanas del lanzamiento de Switch, era parte de su comunidad de Discord y uno de sus moderadores.
¿El concurso? No, Ociobits no fué uno de los canales Switchtubers electos (tampoco yo, qué pena). Pero aún así, en esos días posteriores al Big Bang que supuso el concurso, se fraguaron multitud de canales y nuevas comunidades en youtube, que como si se tratara de planetas y satélites, fueron tomando forma y creando sus propias constelaciones. Y Ociobits quizás no sea el canal más grande a día de hoy, pero si que es desde mi punto de vista, uno de los hijos pródigos de ese concurso. Sin haberlo ganado, y sin haber crecido de manera exponencial, pero si por la calidad profesional de su contenido, y por encima de todo, por la magnífica comunidad de personas que ha reunido. Gente que ama los videojuegos sin importar la plataforma.
Y puedo decirlo porque he sido testigo de ello. Ociobits no es un canal más, unidireccional, de un youtuber que cual mono de feria, ofrece un contenido que los consumidores aplauden desde las gradas del circo (eso ocurre en algunas ocasiones, tampoco nos engañemos), sino todo lo contrario. Ociobits ya no es el videoblog de un friki tal como se mostraba en su primer vídeo (aunque repito, a veces sí lo sigue siendo, y eso es parte de su encanto).
Es un ente que ha evolucionado de manera orgánica a algo más parecido a una comunidad, pese a que el contenido y el peso de las responsabilidades sea mayoritariamente algo que recae en Torro y que firma él. Creo que el canal sería algo muy distinto a día de hoy (o incluso puede que hubiera desaparecido en el ciberespacio), si no fuera por una colaboración y esfuerzo colectivo de muchas otras personas que hay detrás. Una combinación de factores que hace que de Ociobits se espere un contenido de calidad, personal pero también profesional, sin fanatismos excesivos (un poco si hablamos de Warcraft) y crítico cuando debe serlo. Una gema oculta de Youtube de la que me enorgullece formar parte.
Y acabado el peloteo, sólo quería añadir una cosa
más. ¡Larga vida al Team Rocket!